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                                                                                   Cleopatra

Cleopatra VII Filopator Nea Thea, que significa algo así como la que ama a su padre y a la patria. ​(69 a. C.-10 o 12 de agosto de 30 a. C.) Era hija del faraón Ptolomeo XII.

Al parecer era de origen étnico mixto (principalmente macedonio, griego y probablemente egipcio).

El poder de seducción de la última faraona de Egipto era innegable, pero no se debía a su belleza si no a su intelecto, astucia y su determinación para utilizar su género y su enorme poder para conseguir sus propósitos. Hablaba varios idiomas: griego, egipcio, latín, sirio, hebreo, parto, etíope…

Cleopatra fue una gobernante poderosa y muy hábil, pero los relatos históricos escritos en su mayoría por sus enemigos romanos la desacreditaron. La visión común de Cleopatra popularizada en los medios modernos es la de una mujer tentadora que usó sus talentos sexuales para obtener ventajas políticas. Lo que estos relatos antiguos no mencionan es que ella fue, de hecho, una de las más grandes intelectuales de su tiempo. Es cierto que poseía una falta de escrúpulos, (habitual por otra parte, en la corte de Alejandría) que le permitió usar medios execrables, incluyendo el asesinato de miembros de su propia familia, para alcanzar el poder.

La dinastía Ptolemaica gobernó Egipto, después de la muerte de Alejandro Magno, desde Alejandría, sin mezclarse con los egipcios, ni gozar nunca de las simpatías del resto del país. Ninguno de ellos, salvo Cleopatra, hablaron el idioma egipcio. La endogamia de la familia provocó celos y envidias que originaron conspiraciones e incluso asesinatos.

Su abuelo Ptolomeo IX, que había gobernado con su madre desde el 116 a.C. hasta el 107 a.C., huyó a Chipre derrocado por un hermano menor (Ptolomeo X), que al parecer asesinó o mandó asesinar a la madre de ambos. El gobierno de Ptolomeo X duró hasta el 80 a.C. en que fue expulsado por los alejandrinos. Le sucedió su hijo Ptolomeo XI, que fue asesinado aquel mismo año. El padre de Cleopatra Ptolomeo XII (hijo de Ptolomeo IX, hermano de Ptolomeo X y tío de Ptolomeo XI) le sucede hasta el año 58 a.C. en que es expulsado de Egipto al permitir que Roma se anexionara Chipre.

Los alejandrinos eligen reina a su hija Berenice IV (hermana mayor de Cleopatra). Tres años más tarde, en el 55 a.C. con la ayuda del ejército de Roma, recupera el trono (algunos historiadores sostienen que Berenice murió en batalla; aunque lo más probable es que fuera ejecutada por orden de su propio padre). A la muerte de Ptolomeo XII en el 51 a.C. le suceden en el trono sus hijos Cleopatra VII (de 18 años) y Ptolomeo XIII (de 10 años).

Pese a lo publicado por sus enemigos de Roma, es innegable que fue una gran estadista, que tuvo que hacer frente a la lamentable herencia de su padre: un Egipto inmerso en una grave crisis económica, con amenaza de hambruna, una corte hostil a que una mujer gobernara y, sobre todo, una enorme deuda con la República de Roma.

Fue educada por los principales eruditos del mundo helenístico y estudió en el Museion de Alejandría, centro dedicado a las musas, donde se había dispuesto de lo necesario para que los mejores poetas, escritores y científicos del Mundo Antiguo vivieran y trabajaran. Fundado por Ptolomeo I Sóter (fundador de la dinastía Ptolemaica), el Museion contaba con diversas dependencias al servicio de los eruditos y sabios; salas de conferencias, laboratorios y observatorios, además de la zona de alojamiento y comedor. Destacaba sobre todas ellas su biblioteca, que ha llegado a conocerse como la "gran Biblioteca de Alejandría". Allí estudió geografía, historia, astronomía, filosofía, diplomacia internacional, matemáticas, alquimia, medicina, zoología y economía. Con sus conocimientos de lenguas, cualquier libro del mundo se encontraba abierto para ella. Intentó acceder a todo el saber de su época. Cleopatra pasaba mucho tiempo en una especie de antiguo laboratorio. Experimentó y escribió algunas obras relacionadas con hierbas y cosméticos. Desgraciadamente, todos sus libros quedaron destruidos en el incendio de la gran Biblioteca de Alejandría del año 391 d. C.

El famoso físico Galeno estudió su obra, y fue capaz de transcribir algunas de las recetas ideadas por Cleopatra. Uno de estos remedios, que Galeno también recomendó a sus pacientes, era una crema especial que podía ayudar a los hombres calvos a recuperar su pelo. Los libros de Cleopatra también incluían trucos de belleza, pero ninguno de ellos ha llegado hasta nosotros. La reina de Egipto estaba asimismo interesada en la curación mediante las hierbas, y gracias a sus conocimientos de idiomas tenía acceso a numerosos papiros que se encuentran perdidos hoy en día. Su influencia en las ciencias y la medicina era bien conocida en los primeros siglos del cristianismo. Sin duda, una figura única en la Historia de la Humanidad.

Una vez descrito (aunque sea brevemente) el entorno de la futura reina, empezaremos a seguir su historia año a año.

69 a. C. – Nace Cleopatra, en la corte de Alejandría, hija del faraón Ptolomeo XII y alguna concubina, puesto que se desconoce quien fue su madre. Durante su infancia, Cleopatra VII, tenía muy pocas opciones de acceder al trono de Egipto. Principalmente por ser mujer; pero es que, además de tener dos hermanos varones (Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV), tenía dos hermanas mayores que ella (Berenice IV y Cleopatra VI). El principal tutor de la infancia de Cleopatra fue Filóstrato; desde pequeña mostró un enorme interés y una gran inteligencia para los estudios.

58 a. C. – Cleopatra tenía 11 años. Tras la revuelta en Alejandría, por haber permitido la anexión de Chipre por parte de Roma, a causa de la que, su hermana mayor, Berenice IV ocupó el trono de su padre, Ptolomeo XII huyó a Roma; presumiblemente Cleopatra lo acompañó durante su exilio. Probablemente allí aprendiera el latín e intrigas y maquinaciones políticas, pues estuvo en esta ciudad hasta el año 55 a.C. fecha en la que su padre (después de sobornar con grandes fortunas a varios influyentes senadores y endeudarse con banqueros romanos), regresó con un ejército de Roma para recuperar el trono. Entre los soldados figuraba Marco Antonio, que en aquel tiempo era oficial de caballería, aunque no puede afirmarse que en aquel viaje llegaran a conocerse.

55 a. C. – Con Ptolomeo XII de nuevo en el trono, después de haber ejecutado a su hija Berenice IV, es de suponer que Cleopatra volviera a sus estudios en el Museion hasta el año 51 a. C.

51 a. C. – Muere Ptolomeo XII; Cleopatra (18 años) y su hermano menor, Ptolomeo XIII (10 años), accedieron al trono como corregentes y también probablemente como matrimonio; aunque es ella quien (gracias a su intelecto y determinación, y pese a su condición de mujer) gobierna realmente

50 a. C. – Ptolomeo XIII y sus asesores, la acusan de ser la causante de la sequía que asola el país y se inicia una guerra civil. Cleopatra huye a Siria.

48 a. C. - Cleopatra regresa con un ejército a Egipto, pero es bloqueada en Pelusium, en la frontera oriental.  Por otra parte, Roma también está inmersa en una guerra civil. Julio César derrota a Pompeyo Magno en la batalla de Farsalia y éste huye a Egipto. Pompeyo llegó en barco cerca de Alejandría. Ptolomeo XIII finge acogerlo, pero ordena asesinarlo antes de que llegara a bajar del barco. La cabeza de Pompeyo, cortada y embalsamada la envió a César, que llegó a Alejandría a principios de octubre y se estableció en el palacio real. ​ César mostró indignación por el asesinato de Pompeyo (hay quien dice que, porque quería perdonarle la vida y otros que porque quería ejecutarlo él mismo) y pidió a Ptolomeo XIII y a Cleopatra que disolvieran sus fuerzas y se reconciliaran. A Roma no le convenía una guerra en Egipto para seguir recibiendo el trigo del país. Debió ser en este momento, cuando se produjo la famosa presentación de Cleopatra ante César, envuelta en una alfombra, si es que realmente sucedió así. Lo que, sí parece cierto, es que el cónsul romano fue cautivado por la elocuencia y el intelecto de Cleopatra. El monarca egipcio, creía que los términos que proponía el cónsul beneficiaban a Cleopatra, por lo que sus fuerzas sitiaron a César y Cleopatra en Alejandría. Durante el asedio se produjo un incendio que afectó parcialmente la legendaria biblioteca.

47 a. C. - El asedio se levantó gracias a la llegada de aliados de César a comienzos de este año y Ptolomeo XIII murió poco después en la batalla del Nilo. César declaró a Cleopatra y a su hermano menor Ptolomeo XIV (12años) cogobernantes de Egipto. Siguiendo con la tradición, los hermanos se casaron; sin embargo, César inició una relación sentimental con Cleopatra. Es muy probable que Cleopatra llevara a César en un viaje por el Nilo, para mostrarle las maravillas de Egipto, en el transcurso del cual, quedaría embarazada de su primer hijo (Cesarión). En el plano político-económico transformó la administración del estado y en poco tiempo consiguió recuperar una economía próspera.

46 a. C. - Cleopatra y su cogobernante nominal, Ptolomeo XIV, visitaron Roma en algún momento a finales de este año, presumiblemente con Cesarión, y se les dio alojamiento en una villa de César.​ Al igual que a su padre Ptolomeo XII, César otorgó a Cleopatra y Ptolomeo XIV el estatus legal de «amigo y aliado del pueblo romano», de hecho, gobernantes vasallos leales a Roma.​ El templo de Venus Genetrix, construido en el foro de César el 25 de septiembre de 46 a. C., contenía una estatua de oro de Cleopatra (donde estuvo al menos hasta el siglo III d. C.), asociando directamente a la madre del hijo de César con la diosa Venus, madre de los romanos;​ de forma sutil, la estatua también unía a la diosa egipcia Isis con la religión romana.

45 a. C. – César en Hispania Derrota a Cneo Pompeyo en la batalla de Munda en marzo. A lo largo de su estancia en la metrópolis, Cleopatra nunca dejó de ser el epicentro de las habladurías de la gente. La mayoría la criticaba, ya que César seguía casado con la honorable Calpurnia; pero también había quien acudía a visitarla con regalos, quizás pensando que podrían obtener favores de César adulando a su amante. Incluso el famoso orador Marco Tulio Cicerón fue a verla, aunque en sus escritos se quejó de lo arrogante y odiosa que era.

44 a. C. - Los idus de marzo1​ en el calendario romano correspondían a los días 15 del mes de marzo. Los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los días 13 del resto de los meses del año. Aunque marzo (Martius, mes consagrado al dios Marte) es el tercer mes del calendario juliano, en el calendario romano más antiguo era el primer mes del año (El año empezaba con la llegada de la primavera). Los días de fiesta observados por los romanos desde el primero de los idus reflejan su origen como celebraciones del año nuevo. Los idus de marzo, en los calendarios más antiguos, habrían sido los días correspondientes a la primera Luna llena del año nuevo. ​César fue asesinado en el idus de marzo de 44 a. C., pero Cleopatra permaneció en Roma hasta mediados de abril, con la vana esperanza de que Cesarión fuera reconocido como el heredero de César.​ Sin embargo, en su testamento nombró a su sobrino nieto Octavio como principal heredero, quien llegó a Italia en la misma época en que Cleopatra decidió partir hacia Egipto.​

43 a. C. - Cleopatra ordenó asesinar a su hermano Ptolomeo XIV y elevó a su hijo Cesarión como corregente de Egipto, con el nombre de Ptolomeo XV.

42 a.C. - Tras la victoria del Segundo Triunvirato en la batalla de Filipos, Octaviano volvió a Italia para ocuparse del problema con Sexto Pompeyo y del asentamiento de los soldados veteranos mientras Marco Antonio permaneció en Oriente. Era sumamente urgente reorganizar las provincias y restaurar el orden y la estabilidad tras los malos años que habían pasado; si no, Oriente dejaría de ser el sinónimo de riquezas que había sido hasta el momento.

41 a.C. - Marco Antonio y Cleopatra VII se reunieron en Tarso (sureste de Turquía) para negociar el papel de Egipto en el nuevo panorama. Lo cierto es que esta no era la primera vez que se veían, ya que Marco Antonio estaba en Roma cuando Cleopatra vivía su romance con Julio César en la ciudad. Consciente de que su destino dependía de lo bien que le cayera al nuevo líder de Roma, Cleopatra decidió presentarse ante él con la mayor espectacularidad posible: llegó vestida como la diosa Afrodita a bordo de un lujoso barco con las velas púrpuras, la proa de oro y con remeros que manejaban remos con la punta de plata; todo ello acompañado de una música de flautas, oboes y liras. Tras su encuentro en Tarso, Cleopatra invitó a Marco Antonio a ir a Egipto e inició una relación con él. Fue bien recibido por el pueblo de Alejandría, tanto por sus acciones heroicas durante la restauración de Ptolomeo XII al poder como por llegar a Egipto sin fuerzas de ocupación como había hecho César. En esos meses el triunviro y la reina vivieron un idilio repleto de banquetes, expediciones de caza, espectáculos deportivos, de teatro y de danza. Por supuesto, cada evento se hacía a una escala excesiva que buscaba lo visiblemente caro, extravagante y ostentoso. También hizo que sus subordinados, como Publio Ventidio Baso, expulsaran a los partos de Anatolia y Siria. Cleopatra escogió cuidadosamente a Marco Antonio como pareja para dar a luz más herederos, ya que estaba considerado como la figura romana más poderosa tras el fallecimiento de César. Con sus poderes como triunviro, también disponía de amplia autoridad para restaurarle a Cleopatra antiguas tierras ptolemaicas, que por entonces estaban en manos romanas.​ Marco Antonio usó su autoridad como triunviro para ejecutar a Arsínoe IV, cumpliendo el deseo de Cleopatra, y se apoyó cada vez más en la reina egipcia tanto para obtener financiación como ayuda militar durante sus invasiones al imperio parto y al reino de Armenia. Si bien está claro que tanto Cilicia como Chipre estaban bajo el control de Cleopatra el 19 de noviembre de 38 a. C., la transferencia probablemente ocurrió antes, en el invierno de 41-40 a. C.

40 a. C. - En la primavera del 40 a.C. Marco Antonio regresó a Italia y no volvió a ver a Cleopatra en tres años y medio. Este año Cleopatra dio a luz a dos hijos de Antonio, los gemelos Alejandro Helios y Cleopatra Selene II. En ese lapso de tiempo en que vivieron separados, Marco Antonio no estuvo quieto: al morir su esposa Fulvia se casó con Octavia, la hermana mayor de Octaviano, y rápidamente tuvieron dos hijas, Antonia la Mayor y Antonia la Menor. Es imposible saber hasta qué punto su amor era verdadero, pero es bastante probable que, al menos al principio, la conveniencia y los intereses jugaran un papel mucho más relevante que la pasión: él necesitaba el dinero y las provisiones que un país tan rico como Egipto le podía suministrar para sus futuras guerras; ella, tremendamente inteligente, ingeniosa y carismática, complació al romano no solo para conservar el poder, sino para lograr concesiones que devolvieran a su país al esplendor y la grandeza perdidos hace siglos.

En el invierno del 37-36 a.C. la amenaza de los partos no podía demorarse más, por lo que Marco Antonio viajó hasta Antioquía (sur de Turquía) y llamó a Cleopatra. Así, mientras el grano y la plata egipcia alimentaban y pagaban al ejército romano, la pareja reanudó su romance. Para cuando dio comienzo la guerra, la reina estaba preñada de nuevo y dio a luz a un niño, Ptolomeo Filadelfo, antes de que Marco Antonio retornara de su expedición con el peor fracaso militar de su carrera bajo el brazo. Cabe destacar que Marco Antonio no vio a su esposa Octavia nunca más, y durante el resto de su vida pasó más tiempo con Cleopatra que lejos de ella. Sin embargo, el amor y la pasión que indudablemente tenían se combinaban con los intereses políticos y diplomáticos.

35 a.C. - La situación se volvió más tensa aun cuando Octavia viajó a Atenas, llevando con ella soldados de refuerzo y provisiones, pero su marido no quiso verla y le dio instrucciones para que regresara a su casa. Desde ese momento Marco Antonio pasó a ser la víctima de una campaña de desprestigio y difamación por preferir estar con una «viciosa y bárbara» amante extranjera antes que con una «honorable y virtuosa» esposa romana.

34 a.C. Marco Antonio capturó al rey Artavasdes de Armenia. Al regresar a Alejandría organizó una grandiosa cabalgata de la victoria que incluía al rey cargado de cadenas de oro junto a otros prisioneros y a él mismo vestido como el dios Dioniso. La comitiva fue recibida por Cleopatra, que los esperaba sentada en un trono de oro situado en lo alto de una plataforma ricamente adornada. Sus cada vez más numerosos enemigos lo utilizaron como arma arrojadiza con la que afianzar la idea de que Marco Antonio había traicionado al pueblo romano. Cleopatra recibió Creta y parte de Siria y la Cirenaica, con lo que devolvía al Egipto ptolemaico al máximo apogeo de su poder territorial y escandalizaba en Roma. En las Donaciones de Alejandría, los hijos de Cleopatra con Marco Antonio fueron nombrados gobernantes sobre varios territorios bajo la autoridad de Antonio. Este hecho, unido al matrimonio de Marco Antonio con Cleopatra después de su divorcio de Octavia la Menor, hermana de Octavio, desató la cuarta guerra civil de la República romana.

32 a. C. - Después de iniciar una guerra de propaganda, Octavio forzó a huir a los aliados de Antonio en el senado romano y le declaró la guerra a Cleopatra. La demonización de Cleopatra era el tema constante de la propaganda. Para la gente era preferible creer que luchaban contra unos incivilizados bárbaros orientales, que amenazaban gravemente a Roma, que asumir que iba a estallar una nueva guerra civil entre caudillos romanos rivales. En el verano este año, después de un ritual presidido por Octaviano, la República romana declaró formalmente la guerra contra el Egipto de Marco Antonio y Cleopatra.

31 a. C. - La flota de guerra de Marco Antonio y Cleopatra, inferior en número y maniobrabilidad, fue derrotada por la de Octavio, bajo el mando de su general Agripa, en la batalla de Accio (Actium, Grecia). Poetas contemporáneos como Virgilio y Horacio señalaron la batalla de Actium como el principio de una edad dorada para Roma. No fue tanto la derrota naval como el abandono de su ejército de tierra, lo que representó el final para Antonio y Cleopatra y para sus posibilidades de derrotar a Octavio. Aunque el ejército comenzó una retirada hacia el norte, desde Actium en dirección a Macedonia, bajo el mando de Publio Canidio Craso, tan pronto como las fuerzas de Octavio dieron con él, las legiones veteranas negociaron un cambio de bando.

30 a. C. - Después de un largo período de negociaciones fallidas, las fuerzas de Octavio invadieron Egipto en la primavera.​ Al tiempo que Octavio se apoderó de Pelusium cerca de la frontera oriental del Egipto ptolemaico, su oficial Cornelio Galo marchó desde Cirene y capturó Paraitonion al oeste. Aunque Antonio consiguió una pequeña victoria sobre las cansadas tropas de Octavio cerca del hipódromo de Alejandría el 1 de agosto, la flota naval y la caballería de Antonio desertaron y se pasaron a Octavio poco después. Antonio se suicidó (tenía 53 años). Cuando Cleopatra se enteró de que Octavio pretendía llevarla a Roma para exhibirla durante su procesión de triunfo, también se suicidó tomando veneno, aunque la creencia más popular (errónea, casi con toda seguridad) es que lo hizo dejándose morder por una áspide. Octavio regresó a Roma, se hizo llamar César Augusto e inauguró el Imperio romano que se prolongaría por cerca de 500 años.

Cleopatra Selene, su hermano gemelo, Alejandro Helios, y su hermano menor, Ptolomeo Filadelfo, fueron llevados a Roma y depositados en la casa de Octavia, hermana de Octavio y exesposa de su padre, Marco Antonio. Si bien Suetonio, el biógrafo de Octavio, afirmó que el futuro emperador era una figura paterna bondadosa, que insistió en que se cuidara a los menores como si fueran su propia descendencia, sin duda hubo una dimensión política en esta decisión. Retener el control de los niños significaba que se neutralizaba cualquier amenaza potencial al poder de Roma sobre Egipto.

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